Llega la primavera y al mismo tiempo que nos quitamos la ropa de abrigo nos asaltan las ganas de salir al aire libre a disfrutar. Paseos por el campo, salidas al monte y, por supuesto, barbacoas. Y es que da igual si vamos a comer una barbacoa a base carne de cordero en el jardín de casa o en una instalación habilitada para tal fin. Lo realmente importante de estos acontecimientos culinarios es disfrutar de la compañía, del aire libre y de un delicioso cordero. Por esa razón, desde Canal Cordero nos hemos propuesto que esta primavera nadie se quede sin degustar la barbacoa de cordero perfecta. En este post os ofrecemos 5 consejos para que lo logréis.

Una parrillada es aparentemente una técnica de cocción sencilla, sin embargo, es necesario haber apreciado una carne realmente perfecta para entender que esto no es fruto de la improvisación y que tiene su técnica.

La barbacoa de cordero perfecta se hace a fuego lento.

barbacoa corderoEstamos de acuerdo, el fuego es un elemento capaz de encandilarnos y atrapar nuestra mirada. El problema es que igual que nos arrebata a nosotros, lo hace con la carne de cordero o cualquier otra que pongamos a su merced. Por tanto, si lo que buscamos es el punto ideal para la carne, tendremos que esperar a las brasas para empezar a cocinar. Ten en cuenta que los expertos recomiendan usar leña que después se convierta en carbón o ascuas.

Cuando enciendas el fuego, nunca lo hagas usando gasolina, dará mal sabor a la carne. Utiliza papel de cocina, cartón o ramitas secas para prender la leña. Cuando las brasas adquieran un color blanco… ¡Ése es el momento de distribuirlas debajo de la parrilla!

No te preocupes por el ratito de espera. Aprenderás a disfrutarlo descorchando un buen vino, buena compañía y un aperitivo ligero. ¡Hay que dejar sitio para el cordero!

La barbacoa de cordero perfecta se controla los tiempos de cocinado.

La grasa infiltrada o hacerla a fuego fuerte son dos aspectos clave para dejar jugosa por dentro depende cuán jugosa quedará la carne. No abuses del tiempo en el que mantienes la pieza en el fuego o perderá los líquidos, el sabor y la textura será bastante dura.

Pregunta a los comensales cómo de hecha les gusta la carne, después vigila atentamente el grado de cocción y el color que va adquiriendo cada pieza para apartarlas de las brasas.

La barbacoa de cordero perfecta se realiza con carne que tenga grasa entreverada.

Es importante que el carbón no impregne de gusto la carne, sino más bien al contrario. En otras palabras, lo que queremos es que el cordero, a medida que se va cocinando,  se desprenda de parte de su grasa a medida que se derrite. Quizá este es el mayor secreto del sabor característico de las mejores barbacoas. Para conseguirlo, te recomendamos que compres piezas de cordero que tengan cierto contenido de grasa intramuscular, pero sin excesos, de esta manera la carne se mantendrá jugosa después de cocinada.   El cordero recental es una buena opción.

Cuando vayas a comprar la carne fíjate que ésta tenga el color rosáceo característico del cordero y que la grasilla de la que hablamos, sea de color blanco cremoso, mate y  tenga un olor como a leche fresca.

Otro aspecto muy importante es que la carne nunca debe estar congelada ya que el cordero puede quedar crudo en su interior. Espera el tiempo suficiente a que se descongele o elige carne fresca para tus parrilladas.

La barbacoa de cordero perfecta pone atención al condimento.

Con una carne tan deliciosa como la carne de cordero es importante poner atención a los adobos. Éstos no deben nunca esconder el sabor original de las piezas o nos privarán de disfrutarlo. Por tanto, la sal suele ser suficiente condimento para las barbacoas de carne de cordero, en especial, la sal gruesa. En algunos casos y para las piezas más magras, es conveniente contar con una brocha y aceite de oliva para refrescar la carne.

Si os gustan los sabores más especiados existen algunos adobos muy apreciados, como los de los pinchos de cordero.

La barbacoa de cordero perfecta tiene en cuenta algunos trucos.

  • Elige el momento de echar la sal. Los partidarios de salar la carne antes de asarla argumentan que de esta manera queda más sabrosa, otros difieren y aconsejan salar la carne después de asarla. Aseguran que así la carne pierde menos jugos, quedando más tierna.
  • Dale la vuelta a cada pieza una sola vez y ayúdate de una pinza mejor que de un instrumento punzante. Así evitarás que se pierdan jugos cada vez que se pincha.
  • Cuida que no se apaguen las brasas mientras cocinas. Con lo cual si vas a preparar una gran parrillada de cordero para muchas personas te recomendamos mantener un espacio con leña prendida que genere brasas y alimente la barbacoa.

Una vez que hemos preparado la barbacoa de cordero perfecta, sólo queda un consejo ¡Disfrutar!