Comer carne de cordero y lechal es un placer que nos permitimos sólo en contadas ocasiones.

Lo tenemos muy asociado a determinados momentos y no pensamos en consumirlo fuera de ellos. Al fin y al cabo es una carne demasiado buena para comerla a diario. Es una carne para celebraciones y momentos especiales. De lo que no nos damos cuenta es que cada día es especial, y los momentos de disfrute hay que crearlos a diario. Y ahora, con los nuevos cortes en los que podemos encontrar la carne de cordero en porciones más pequeñas, todavía lo tenemos más fácil para incluirlo en nuestra dieta semanal. Cualquier día es un buen día para disfrutar de un buen plato de carne de cordero y lechal. Pero si necesitas una excusa para hacerlo, aquí te prestamos cinco.Comer carne de cordero

Porque quiero romper con la rutina

Sin abrir nuestras neveras ahora mismo podríamos enumerar, casi con total exactitud, prácticamente todos los artículos que contienen. Y es que somos animales de costumbres, y nos hemos acostumbrado a comer siempre lo mismo, como por sistema. Un día arroz, al otro pescado, al otro una carne… Eso está bien, hay que llevar una dieta equilibrada. El problema viene cuando siempre acabamos tomando el mismo arroz, el mismo pescado y la misma carne. Y, admitámoslo, llega a ser bastante aburrido. La monotonía es plana, es gris. ¡Rompamos con ella!

En vez de comprar la carne de siempre, atrévete a probar uno de los nuevos cortes de carne de cordero y lechal que hay en el mercado. Busca nuevas recetas y experimenta. Con la carne de cordero no te puedes equivocar, está siempre riquísima.

Porque he tenido un día duro

Hoy he tenido un mal día. Parece que el mundo se ha puesto de acuerdo para que nada salga bien. El agua caliente no funcionaba y no me he dado cuenta hasta que estaba dentro de la ducha. He perdido el autobús justo cuando estaba girando la esquina. He llegado tarde a la reunión y he tenido que comer en 10 minutos para poder adelantar todo el trabajo atrasado. Al salir del trabajo he decidido volver paseando para despejarme, pero al parecer el hombre del tiempo olvidó comentar la posibilidad de lluvia ese día.

Cualquiera de estos hechos por separado pueden hacer que tu día se haga muy largo, pero cuando se juntan todos en un mismo día, puede llegar a parecer una semana. Una semana muy dura. Si has tenido un mal día, vuelve a casa, ponte cómodo y date un merecido capricho. Prepárate una cena que te haga olvidar el día de hoy y sólo pensar en lo bueno que será el de mañana. Hazte unas buenas chuletas de cordero o lechal, o quizás un churrasco dorado al horno a las finas hierbas. Abandónate al placer de una carne sabrosa y reconfortante.

Porque he tenido un buen día

Hoy he tenido un día redondo. Me han felicitado en el trabajo, he podido salir antes de hora y aprovechar la tarde para ir de compras, tomar una cerveza con un amigo y hacer algo de ejercicio. La declaración de la renta me ha salido a devolver y por fin me he animado a hablar con esa vecina nueva. Mañana le invito a salir.

Este día tiene que acabar por todo lo alto. Y como colofón puedes prepararte una buena hamburguesa gourmet de carne de cordero y lechal. Con esa carne tan jugosa y sabrosa, que te llena el paladar. Juega con los ingredientes que le pondrás, cuando se está inspirado hay que aprovecharlo. Quizás puedas añadirle queso de cabra, o tal vez queso camembert frito. Unos tomates cherry, cebolla caramelizada o espinacas. Es tu guinda a un gran día.

Porque quiero sorprenderte

Hoy  no es un día señalado, no es nuestro aniversario ni San Valentín. Pero esta mañana me he levantado pensando la suerte que tengo de tenerte a mi lado y lo poco que te lo demuestro. Quizás podríamos hacer algo especial este fin de semana, pero llevo todo el día pensando en ti y quiero hacer algo diferente hoy mismo. ¿Por qué esperar al fin de semana? Está decidido, esta noche vamos a tener una cita. Nada de cenar viendo la tele en pijama. Llegaré antes a casa, me pondré guapa y cenaremos en el salón.

Para esta ocasión, lo mejor es preparar el plato de cordero favorito por excelencia. Una pata de cordero al horno, con patatas rehogadas y un buen vino para marinar su sabor. Nada dice “te quiero” como un buen plato de cordero y lechal en el ambiente adecuado.

Porque sí

Hoy me apetece cordero. Porque sí. Estoy cansado de tener que buscar escusas y razones para todo. De vez en cuando, y no tan de vez en cuando, hay que hacer lo que a uno le apetece. Sin pensarlo, sin meditarlo, sólo basta con sentirlo. La carne de cordero y lechal es una de esas cosas que no necesita excusas. Podrían darse un montón de razones para comerla como su ternura, su sabor o su intensidad. Pero cuando tienes delante un buen plato de cordero o lechal sobran las razones, lo único que importa es disfrutar.

Elige cualquier día para disfrutar de la deliciosa carne de cordero y lechal, con la excusa que sea, lo importante es disfrutarla.