La carne de cordero y lechal es una carne tan deliciosa que podríamos comerla todos los días de la semana, ya que se trata de una carne ideal para todo tipo de guisos y asados. Esta carne tierna y jugosa suele consumirse casi exclusivamente en momentos especiales o de celebración, como puede ser la Navidad o una boda. Es normal que un manjar como éste se asocie a determinadas festividades, pero la cantidad de cosas que se pueden festejar pueden llegar a ser infinitas. Al fin y al cabo la vida está llena de cosas tan maravillosas como la carne de cordero y lechal.

Existen una gran cantidad de momentos idóneos para consumir carne de cordero y lechal. A continuación te mostramos cinco de ellos. Busca tu “excusa” y disfruta de esta suculenta carne.

Una barbacoa con amigos

Sol, entorno natural y compañía inmejorable. Parece que lo único que le falta a esta escena son unas buenas chuletas de cordero.

Desde la llegada del otoño vamos contando los días que faltan para la llegada del buen tiempo. Un dato que sólo puede significar una cosa: el retorno de las barbacoas eternas junto a tus amigos de siempre.

Es cierto que muchas veces estas reuniones son sólo el marco que sirve de excusa para quedar con los amigos para pasar un buen rato y, la mayoría de las veces, la comida queda relegada a un segundo lugar. Lo importante es charlar y reír alrededor de las brasas. Pero esta percepción cambia radicalmente cuando lo que se cocina son unas buenas chuletas de cordero o lechal. Cuando se da ese caso, el único inconveniente es que la conversación se quedará en pausa en cuanto se ponga la carne en la mesa, ya que nadie querrá hablar mientras disfruta de un bocado de cordero a la brasa. Habrá que dejar la conversación para el postre.

Una reunión familiar

Abuelos, tíos, primos, cuñados, niños… Todos reunidos alrededor de una mesa. Parece una gran pesadilla para el anfitrión, pero existe una solución fácil y deliciosa para contentar a todos: una buena pierna de cordero o lechal al horno. No falla.

Todos sabemos lo estresantes que pueden ser las comidas familiares para el que le toca organizarlas en su casa. Mueve mesas, saca la vajilla, déjalo todo arreglado… y, por supuesto, haz un menú a gusto de todos. Cocinar para mucha gente de diferentes edades y gustos puede parecer algo imposible, y puede llegar a serlo. Pero aquí tienes un buen consejo: prepara una tierna y deliciosa pierna de cordero al horno acompañada de unas tiernas patatas adobadas con especias. Se trata de un plato muy fácil de , que no puede salir mal. No necesita mucha preparación, ya que la materia prima, la carne de cordero o lechal, es todo lo que necesitas. Una carne tan sabrosa que a todo el mundo gusta.

Una merecida recompensa

Tu día a día puede llegar a ser muy estresante. Madrugar, cruzarte la selva urbana, trabajar, correr, comer rápido, recoger a los niños, ocuparse de la casa. Los días se saben cuándo empiezan pero no cuando acabarán. Las horas parecen estirarse y el ansiado momento de ponerse las zapatillas de ir por casa parece alejarse a cada a minuto. Pero, por muy estresante que sea tu día, sabes que todo llega. Es la hora de cenar. Es la hora de compensar todo el sufrimiento del día y darte un merecido capricho. Porque te lo has ganado. Vuelve a guardar esa triste cena que tenías programada y saca la carne. La carne de verdad. Saca el cordero.

Prepárate unos buenos trozos de reconfortante carne de cordero o lechal a la plancha, acompáñalo con unas verduritas y abandónate al mejor momento del día. Ese momento en el que sabes que ya lo tienes todo hecho, y sólo te queda degustar esa deliciosa cena y tumbarte a descansar en el sofá con la tripa llena de ese maravilloso capricho llamado cordero.

Una cena romántica

Te levantas por la mañana con ella a tu lado, como cada día. Os despedís con un beso y os marcháis a trabajar, como hacéis habitualmente. Pero por alguna razón hoy te sientes particularmente contento, te apetece hacer algo fuera de lo cotidiano. Hoy vas a sorprenderla preparándole una cena romántica. Sal un poco antes del trabajo, compra unas deliciosas piezas de costillas de cordero o lechal, un poco de miel y un buen vino.

Unta las costillas con , un complemento perfecto y afrodisíaco para las costillas de cordero y lechal, que hará de la cena el mejor momento del día. Aprovecha mientras se cocina lentamente en el horno para elegir la música de fondo y la ropa que te vas a poner. Enciende unas velas y ve preparando dos copas de vino. Nada más entre por la puerta y huela el delicioso aroma de las costillas de cordero o lechal a la miel, sabrá que está a punto de vivir y saborear un momento especial.

Una comida para impresionar

Ha llegado el momento, toca conocer a los suegros. Qué mejor manera que invitarles a comer a casa para empezar a conoceros de una manera más cercana. Parecía una idea brillante cuando se te ocurrió, y sigue siéndolo si les sirves una buena caldereta de cordero o lechal.

La caldereta de cordero o lechal es un plato sencillo, que respeta el intenso sabor de esta carne tan llena de matices. Prepáralo con tiempo, a fuego lento, como deben hacerse todas las cosas en esta vida, y calza tu mejor sonrisa. Si es cierto que a la gente se la conquista por el estómago, el éxito está asegurado.

Aquí están nuestras cinco razones para consumir carne de cordero y lechal, pero hay cientos de ellas. Una carne tan versátil y sabrosa como la carne de cordero y lechal da para infinidad de momentos de placer. Elige el tuyo y a disfrutar.