La carne de cordero. Esa carne de textura tierna y sabor intenso e inconfundible, que convierte cualquier comida en una celebración gastronómica. Ya antes de comerla puedes paladearla a través de su olor. Un aroma que anticipa un placer que pocas carnes pueden proporcionar y que hace que la carne de cordero sea reconocida por todos como una de las carnes más especiales del mercado.

Tanto el cordero como el lechal cuentan con una carne que rompe con la rutina y te transporta a los recuerdos más entrañables de tu vida, como las divertidas cenas de Navidad en casa de tus abuelos o aquellas barbacoas junto al río con los amigos del pueblo.

La carne de cordero y lechal son la joya de la corona de las carnes, y así lo sentimos todos cada vez que la probamos, dejándonos la sensación de que estamos degustando un auténtico manjar.

Pero por si todo esto no fuera suficiente motivo de consumo, a continuación te mostramos los tres principales motivos para consumir carne de cordero que son, a su vez, sus cuatro pilares básicos: su sabor, su origen y su carácter festivo y su facilidad de cocinado.

Carne de Cordero: Un sabor fuera de lo común

La carne de cordero y lechal tiene un sabor único e inconfundible. Un sabor intenso que se aprecia a cada bocado, llenando nuestra boca de deliciosos aromas que hacen bailar nuestras papilas gustativas. Un placer que se disfruta desde el mismo momento en que empezamos a cocinarlo hasta el último bocado que saboreamos.

Ya sea cocinado a la brasa, al horno o en un guiso, la carne de cordero tiene la habilidad de hacernos desconectar por un momento y, sólo por un momento, pensar únicamente en lo que está sintiendo nuestro paladar. Pensar solamente en disfrutar de ese intenso sabor inconfundible y dejarse llevar por el festín que supone comer un buen plato de carne de cordero.

Y es que tanto la carne de cordero como la de lechal son unas carnes que no se comen, se saborean, se paladean, se degustan.

En cada bocado que damos, podemos sentir sus orígenes. Si cerramos los ojos podemos trasladarnos a las praderas y montañas españolas y sentir la hierba fresca o la brisa de la montaña acariciando nuestras mejillas. Lo que nos lleva, inevitablemente, a la siguiente gran razón por la que disfrutar a diario de la carne de cordero. Su origen.

Un origen único

Entorno Rural

Cada vez más, los consumidores piden una mayor transparencia sobre los productos que adquieren o consumen. Y no es de extrañar dado el conocimiento de algunas prácticas actuales en la agricultura y ganadería. Es por esto, que desde Interovic podemos asegurar con orgullo la procedencia, calidad y control de todas nuestras carnes, gracias al seguimiento exhaustivo que hacemos de todos nuestros corderos desde su nacimiento hasta su llegada al punto de venta.

Durante los 60 a 90 días de vida del cordero, y los 35 días de vida en el caso del cordero lechal, se cuida con esmero su alimentación y calidad de vida. Un hecho que afecta de manera directa y determinante la posterior calidad de la carne que se comercializa.

En nuestro caso, el origen de nuestras carnes es una de nuestras mayores razones de orgullo, además de un motivo de confianza. Y es que nuestros corderos son criados de la manera más natural posible, de la única manera que conocemos, la manera tradicional. Nuestros corderos se crían en libertad, alimentándose de hierba y pienso natural hasta el último de sus días. Y, claro está, empapándose de la frescura y la belleza de un entorno natural tan diverso y rico como con el que contamos aquí en nuestra tierra.

Todo este proceso puede testarse en la calidad y atributos de nuestras carnes de cordero y cordero lechal, siendo fácilmente reconocible por los consumidores. Y es que nada se valora más que un producto natural, nada se disfruta más que una carne de verdad. Además en todas las etiquetas puedes la procedencia de la carne.

La carne de cordero y lechal: una carne para celebrar

La carne de cordero es la carne de celebración por excelencia. Ninguna celebración que se precie puede prescindir de un plato de cordero. De hecho, siempre debería ser el plato principal. Con un plato de carne de cordero o cordero lechal el éxito de cualquier fiesta está asegurado, ya que se trata de una carne que se puede disfrutar de todas las maneras inimaginables sin perder calidad ni sofisticación.

Se trata de una carne que da un toque de sabor único a cualquier celebración, ya sea una pequeña fiesta o una gran ceremonia. Un sabroso plato de cordero o cordero lechal no puede faltar en una boda, bautizo o comunión; graduación, jubilación; despedida o bienvenida; Navidad y Semana Santa; o simplemente en la celebración de cualquier reunión de amigos un domingo a la hora de comer.

En todo lugar donde se brinde, sea cual sea la excusa para ello, debería haber un cordero esperando a ser disfrutado por sus alegres comensales. Haga frío o calor, resguardados en el interior de una acogedora casa o disfrutando del exterior de cualquier jardín, una celebración es más celebración si se comparte un rico cordero en la mesa.

Unos cortes más versátiles

La carne de cordero y lechal se ha vendido tradicionalmente en cortes de gran tamaño, como en pierna, paletilla o costillar. Este hecho tiene como consecuencia que su consumo se haya centrado principalmente en ocasiones especiales, en las que se reúne más gente en la mesa y nos esmeramos más en la cocina, dedicándole una gran cantidad de tiempo a la elaboración del menú. Pero la carne de cordero y lechal no debería ser una carne que sólo podamos disfrutar un par de veces al año. La carne de cordero es un placer que deberíamos incluir en nuestra dieta habitual.

Es por esto que Interovic ha abierto la posibilidad de disfrutar de la carne de cordero y lechal a diario, gracias a la creación de 8 nuevos cortes de menor tamaño que resultan mucho más adecuados para el día a día y mucho más fáciles de cocinar. Además de ser más saludables, ya que tienen menos grasa.

Con esta ampliación de cortes Interovic consigue cubrir las nuevas necesidades de sus clientes, siendo que el 40% afirma que compraría más carne de cordero y lechal si pudieran encontrarlo en cortes de menor tamaño, y abre las puertas de la dieta cotidiana a un una carne que, de otro modo, se ve relegada a contadas ocasiones especiales.

Existen muchas más razones que hacen del cordero y lechal una carne excepcional, pero no encontramos mejores motivos para consumir una carne de tal calidad como son su original sabor, su tradicional origen, su protagonismo en cualquiera de esas celebraciones que quedarán guardadas en tu memoria o lo sencillo de cocinarlo tal y como te la ofrecemos ahora.