Espacio:

Reserva del Cijara – MUP nº 09 “Las Navas y Puerto Lobo para Allá”

Grado de dificultad: Baja

Coordenadas: 39°17’58.0”N 4°47’26.9”W

Distancia: 2,70 kms

Desnivel: 62 m

Tiempo estimado andando: 1h20m

Tipo de Ruta: Lineal I/VJTNDY2VudGVyJTNFJTNDaWZyYW1lJTIwY2xhc3MlM0QlMjJtYXBhLXJ1dGElMjIlMjBzcmMlM0QlMjJodHRwcyUzQSUyRiUyRnd3dy5nb29nbGUuY29tJTJGbWFwcyUyRmQlMkZlbWJlZCUzRm1pZCUzRDFNNjg0aElYZWNKSUVEbXBCWldKWFBMbURFS1NRMWFDeSUyMiUyMHdpZHRoJTNEJTIyMTIwMCUyMiUyMGhlaWdodCUzRCUyMjcyMCUyMiUzRSUzQyUyRmlmcmFtZSUzRSUzQyUyRmNlbnRlciUzRQ==

Inicio de la ruta:

La ruta parte desde las Boyerizas de Majadavieja, en el término municipal de Helechosa de los Montes. En la carretera que une las poblaciones de Helechosa y Villarta, a unos 8 kms desde el puente de Helechosa, junto a los alojamientos turísticos realizados sobre una antigua construcción dedicada a albergar los bueyes que participaron en los trabajos de forestación de los Montes Públicos de la zona.

Recorrido:

Ruta de ida y vuelta de muy corto recorrido, cuya única dificultad reside en que discurre por una senda entre abundante vegetación que en algunos tramos no está del todo definida. En todo caso no resulta peligrosa ni permite perderse, pues sólo hay que seguir el curso de la garganta de los Acebos hasta su desembocadura en el arroyo del Encinarejo.

Es una ruta ideada exclusivamente para practicarla a pie. La ruta transita en todo momento junto a la garganta de los Acebos, en sentido contrario a la ruta del mismo nombre que parte también de las Boyerizas. El final de la ruta se encuentra en un calvero a los pies de los riscos de la Grajera, ofreciendo unas bonitas vistas y actuando como observatorio natural de las aves que habitan estos cantiles cuarcíticos. En estos es posible admirar el vuelo de alimoches, buitres leonados, águilas reales y perdiceras, cigüeñas negras o chovas piquirrojas.

Valores:

La senda en muchos tramos está prácticamente cubierta por la abundante vegetación circundante: quejigos, encinas, espinos majuelos, lentiscos, jara, madroños, cornicabras, brezos… y en primavera, las bellas flores de las peonías.

El resto de recorrido, al transitar junto a la garganta y entre una maraña forestal, facilita la observación de aves de este hábitat como azores y gavilanes, rabilargos, pitos reales, palomas torcaces o arrendajos.