- Durante los últimos 600 años, la trashumancia ha entrado a la capital bajo el mandato de los “Hombres Buenos de la Mesta”.
- Los encargados, a partir de ahora, de perpetuar la tradición de cruzar las ciudades con sus rebaños son los “Pastoras y Pastores de la Mesta”.
- Ayer, hoy y mañana, la mujer es imprescindible en la actividad ganadera.
La creación de una sociedad de “Hombres Buenos” respondía a una necesidad de presentar ganaderos de confianza para las autoridades de entonces. Ser un “cristiano viejo” era condición para poder gestionar el pago de los cien maravedís imprescindibles para que los ganaderos se asegurasen el derecho municipal de transitar por las calles de la villa madrileña con sus rebaños.
A lo largo de los últimos seiscientos años, esta nomenclatura se ha conservado intacta. En el año 2018, coincidiendo con el aniversario del primer acuerdo celebrado en el año 1418, la Asociación Trashumancia y Naturaleza, promotora de la recuperación de la trashumancia, y la Interprofesional Agroalimentaria del Ovino y el Caprino de Carne (INTEROVIC), entidad que agrupa a todo el ámbito de la carne de cordero y cabrito de España, han acordado adoptar una nueva nomenclatura que refleje la importancia de la mujer en el pasado, presente y futuro de la ganadería ovejas y cabras.
Pastoras y Pastores de la Mesta
A partir de ahora, los encargados de perpetuar la tradición del trasiego de rebaños por las capitales en general, y por la del estado en particular, lo harán bajo una nueva nomenclatura que refleje las sensibilidades del siglo XXI. Para Jesús Garzón, presidente y fundador de la Asociación Trashumancia y Naturaleza, la mujer lo es todo en la ganadería. “Seguramente haya sido la responsable de la domesticación de los animales. En la actualidad tenemos muchas menciones en la cultura popular que nos retrotraen al paleolítico, porque es cuando se comenzó a gestionar la adopción de los animales por parte de las mujeres. En la actualidad, nosotros trabajamos básicamente con mujeres. DE ellas depende el futuro de la trashumancia. Si las mujeres vienen, los hombres vendrán también”.
Para el director de INTEROVIC, Tomás Rodríguez, la importancia de la mujer en el pasado de la actividad ganadera es tan importante como lo será en el futuro. “Se trata de un sector en cambio actualmente, que tiene que modernizarse para hacer frente a los desafíos que plantea el futuro, desde la globalización a los nuevos requerimientos del consumidor. En este sentido, la necesidad de contar con la mujer es vital para asegurar la supervivencia de una actividad como la ganadera que llega milenios siendo esencial para el ámbito rural. Incluyendo las carnes de cordero y cabrito en nuestra cesta de la compra favorecemos a que el pastoreo tradicional y la mujer como elemento integrante del mismo tenga futuro”.