Milagros, Remedio y Dolores querían ser alguien en la vida sin darse cuenta de que su labor diaria es fundamental para el ámbito rural y el medio ambiente. Sin embargo, a pesar de ello, detectaron algunos importantes problemas para sus pueblos y la humanidad y decidieron dar un paso adelante para recuperar todo lo perdido.

Milagros, Remedios y Dolores son tres ovejas que crecieron felices en el medio rural. En uno de esos pueblos de la geografía española que poco a poco han visto cómo su entorno, sus recursos y su vida han cambiado. Lenta pero inexorablemente. Las personas que solían cuidarlas ya no están y apenas queda nadie que pueda hacerlo y llene de vida las calles de su hermoso pueblo. Los incendios han devorado el paisaje, que ya no es lo que era; y apenas se ve nada de la diversa flora y fauna que poblaba sus campos. Y así, cada una a su manera, decidieron luchar y poner toda su fuerza y sus recursos para salvar todo aquello que, hasta ahora, ha sido su forma de vida. Porque el sector ovino y caprino son unos recursos fundamentales para el medio rural, la economía, la biodiversidad y el medio ambiente.

Milagros y el pastoreo

Tras un tiempo en la ciudad, Milagros comenzó su particular cruzada para recuperar su pueblo y sus gentes. A su llegada, se dio cuenta de que ya no había niños corriendo por las calles, ni negocios abiertos, ni apenas gente charlando en la plaza. Algo muy diferente a lo que ella recordaba y había conocido en su niñez. Y no lo dudó ni un segundo. Su apuesta fue clara. Recuperar el pastoreo para volver a llenar de vida su hogar. Y es que, sin duda, esta actividad es la que más ha ayudado a fijar la población en el medio rural europeo.

Las más de 1,3 millones de explotaciones de ovino y caprino que se estima que hay en toda Europa, más de 100.000 de ellas en España, son una importante fuente de empleo y alternativa de futuro para muchas familias y muchos municipios de todo el continente. Sólo en España, este sector puede generar medio millón de empleos. ¿Quién quiere renunciar a ellos y a lo que el empleo significa para los pequeños municipios y sus gentes, sus tiendas, sus bares y sus negocios?

Remedios y las abejas

Por su parte, Remedios también quiso aportar su importante granito de arena a su pueblo cuando se dio cuenta de que todas esas plantas, que solían crecer en los prados y en los montes, y la fauna, que solía verse por la zona, ya sólo podía verlas en los documentales de la televisión. Y un día decidió ‘convertirse’ en abeja y ayudarlas en la polinización. Quizá alguno pensó que estaba loca o que era una idealista, pero lo cierto es que las cabras y las ovejas también contribuyen a esta importante labor para el medio ambiente y la biodiversidad.

¿Cómo? El sector del ovino y el caprino es un sector trashumante que se desplaza por las distintas regiones para buscar los mejores pastos y alimento para los animales. Unos animales que comen distintos tipos de plantas y flores y que, además, corren por los prados y bosques. Con todo ello, a través de su lana y de sus heces portan semillas de distintas plantas de un sitio a otro. Al depositarlas sobre la tierra, florecen de nuevo, para garantizar la biodiversidad de la zona.

Dolores y el fuego

La historia de Dolores quizá tenga mucho que ver con la de otras miles de ovejas a lo largo y ancho de todo el continente, ya que, por desgracia, su situación se repite constantemente por todo el territorio europeo. Y es que su vida y su trabajo están muy ligados al fuego y a los incendios, que arrasan campos y montes. Tras uno de ellos, Dolores movilizó a cientos de ovejas para ofrecer a los humanos una ayuda sencilla pero, a la vez, fundamental.

Y no, no es una utopía o un delirio de grandeza de Dolores y sus amigas. Los rebaños de cabras y ovejas pueden llegar a engullir vegetación y matojos a una velocidad de cuatro kilómetros a la hora, así que ¿por qué desperdiciarlo? Su tarea es fundamental para mantener limpios y despejados de vegetación los miles de cortafuegos que pueblan los bosques europeos, cuya conservación es fundamental para controlar los incendios y limitar el daño provocado por el fuego. A lo que se suma que los rebaños también se alimentan de rastrojos, ramas y hojas secas, cuya quema provoca anualmente un buen número de incendios. Dolores y sus amigas son capaces de evitar que haya que prender esos rastrojos para su eliminación y, además, eliminar del terreno un importante combustible para alimentar el fuego.

Quizá Milagros, Remedios y Dolores no sientan que llegaron a ser alguien en la vida pero lo que sí es cierto es que su labor debe ser reconocida por los humanos, que ven en su sector y en los rebaños no sólo una carne sabrosa, natural y de calidad, sino una labor fundamental para cuidar de su entorno, del medio ambiente y garantizar el futuro de generaciones venideras.